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¿Son inocuos para la salud los pélets de plástico?

Las costas gallegas son noticia por otro vertido. El desastre ecológico llega esta vez en forma de pélets de plástico (pellets, también llamados nurdles o, en quizá en un intento de blanqueo y despiste “lágrimas de sirena”). Un carguero perdió algunos contenedores a principios de diciembre de 2023 y en enero de 2024 lamentamos la llegada masiva de estas bolitas de plástico a las playas. Y no podemos dejar de preguntarnos ¿son peligrosos para la salud los pellets de plástico?

No es fácil responder a la pregunta sin tener información concreta sobre qué es exactamente lo que ha caído la mar. Pero lo que sí está claro es que la preocupación es totalmente lógica y racional. Tanto como para que la Unión Europea tenga los microplásticos en el punto de mira “para proteger el medio ambiente y la salud”.

Para intentar quitar hierro al asunto, el responsable político de turno se ha descolgado con unas afirmaciones dignas de análisis. Según la prensa, ha dicho que él no se come “los aparatos digestivos de los pescados” en los que se puedan alojar pélets de plástico o que “Son productos que entran, como si cualquier persona que lo comemos y que a veces accidentalmente algún plástico… pues salen y entran por donde entran y salen por donde salen”. Todo esto porque decir otra cosa perjudicaría económicamente al sector pesquero.

Pero lo cierto es que ese paso por el aparato digestivo no es inocente. Sí, cagaríamos un plástico que, independiente de que pueda o no causar alguna lesión o daño físico en nuestro intestino, libera sustancias perjudiciales para la salud del individuo que lo ha ingerido.

Un estudio realizado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y la Universidad de Barcelona ha demostrado que los aditivos químicos asociados al plástico se acumulan en los tejidos musculares de tortugas marinas del Mediterráneo.

Quizá no debo preocuparme por los fragmentos de plástico que puedo retirar mientras preparo el pescado y que no me como. Pero el problema son las sustancias químicas que han liberado y están las pares que sí consumo de ese pobre animal al que el plástico sí está causando una molestia importante. El tamaño de estos pellets es suficiente para taponar el aparato digestivo de los peces más pequeños y para obstruir, por acumulación, el de otros de talla mediana.

Y sí, es lógico querer quitarle hierro al asunto con unas elecciones autonómicas a la vista. Pero las muertes (a medio y largo plazo) de peces que no podrán nutrirse por tener el estómago o el intestino lleno de plástico debería ser una preocupación para los responsables de garantizar la sostenibilidad del negocio pesquero.

Continuando con el impacto económico tendríamos que hablar cómo afectan los microplásticos al desarrollo de los oricios. Si no te gustan los erizos de mar podemos hablar de diferentes especies de importancia pesquera: moluscos filtradores (como los mejillones) y otros animales cuyo desarrollo embrionario, según evidencia Eva Jiménez-Guri en sus investigaciones, se ve afectado por las sustancias químicas que se liberan de los plásticos marinos, así como, en este caso particular, de las sustancias que acompañan a los pellets.

Y es que el problema para la economía local no va a ser tanto el alarmismo que quieren frenar los que niegan que se trate de una catástrofe ecológica o un drama ambiental como la afección directa a la fauna.

Sabemos que a las playas están llegando sacos que contienen materiales identificados con fichas de datos de seguridad donde parece ser que sí se habla de sustancias tóxicas. Y se ha difundido un informe en el que se hace referencia a una serie de sustancias que podrían estar presentes en los materiales:

  • Polímero de polietileno: CAS 25087-34-7 y registro REACH 01-2119462827-27-0138
  • UV622: CAS 65447-77-0 y registro REACH 01-2119486681-29-0005
  • Pentaerythritol Tetrakis[3-(3,5-di-tert-butyl-4-hydroxyphenyl) propionate]: FCM 496 y CAS 6683-19-8
  • Phosphorous acid, tris(2,4-di-tert-butylphenyl) ester:  FCM 671 y CAS 31570-04-4

Donde (por si necesitas aclaración para profundizar un poco):

Con estos datos y un poco de paciencia cualquiera puede encontrar que alguna de esas sustancias pudiera ser nociva para los organismos acuáticos, o está siendo investigada como persistente, bioacumulativa y tóxica o que se descompone dando lugar a una variada gama de sustancias con diversos riesgos para la salud humana y de los ecosistemas marinos y terrestres. Y una cosa que van a tener los plásticos en el mar y en la playa es tiempo para descomponerse. Desde este punto de vista no podemos considerar los pélets como material inerte.

¿Son tóxicos los pellets de plástico?

Pues depende de muchas cosas, entre otras de la definición que escojamos para tóxico y peligroso. Lo primero aclarar que esa combinación de palabras huele a rancio. Salía tal cual en la Ley 20/1986, de 14 de mayo, Básica de Residuos Tóxicos y Peligrosos y el Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 20/1986, Básica de Residuos Tóxicos y Peligrosos. Ambos están felizmente superados y derogados en la actualidad. Quizá podríamos intentar encajarles en la definición de residuo tóxico y peligroso de esta normativa ochentera, pero vamos a legislaciones más actuales. Y a ser posible aplicables a materias primas.

El Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas) sería un buen punto de partida. Aplica a todas las sustancias químicas, establece un marco de registro para todas ellas y una serie de medidas de estudio para las que pueden generar riesgos y un sistema de autorización y restricción en función de los riesgos detectados.

Por su parte el Reglamento CLP sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas concreta requisitos para fabricantes, importadores y usuarios intermedios de sustancias y mezclas químicas peligrosas.

Este reglamento ha sido modificado en 2023 para incluir como peligrosas sustancias que tengan efecto:

  • Alterador endocrino para la salud humana.
  • Alterador endocrino para el medio ambiente.
  • Persistente, bioacumulable y tóxico o Muy persistente y muy bioacumulable.
  • Persistente, móvil y tóxico o Muy persistente y muy móvil.

Y no es sólo que las sustancias químicas identificadas presenten un riesgo para nuestra salud o para nuestros ecosistemas. El propio plástico de las botellas libera partículas que se incorporan a nuestras células. Así las cosas, decir que los pellets de plástico no son tóxicos o no son peligrosos es negar la evidencia científica. Y ocultar los efectos que sabemos que tienen sobre la salud humana.

Se puede intentar retorcer el lenguaje para tratar de desviar la atención o sacar rédito electoral, pero la realidad impone tomar medidas adecuadas a la situación ¿Algún experto en la sala dispuesto a afirmar que los pélets no suponen riesgo alguno para los ecosistemas o la salud de las personas? Hablemos con propiedad.

¿Quién paga la fiesta?

Como hemos empezado a ver más arriba, existen distintas normas de rango legal aplicable a esta situación. No en vano desastres como el del petrolero Prestige inspiraron legislación internacional y europea que están plenamente vigentes y pueden utilizarse para exigir responsabilidades.

Lo difícil a la hora de repercutir el coste a alguien es determinar quién debería pagar por el daño causado. Parece ser que el fabricante es la empresa Bedeko Europe, que ya ha escurrido el bulto en otras direcciones: atribuye la propiedad de los plásticos a una empresa india sin determinar y la responsabilidad a la naviera Maersk.

Si encontrásemos políticos capaces de asumir la responsabilidad de aplicarla hasta sus últimas consecuencias, la Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad medioambiental en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales, sería un buen instrumento para este caso y otros similares. Antecedentes, todavía sin resolver, tenemos en la admisión a trámite de un procedimiento de exigencia de responsabilidad ambiental por contaminación por pellets de plástico en Cataluña.

Permitiría exigir el coste de reparar el daño causado a través de la cadena de agentes implicados ¿Se va a defender el interés general? ¿Quién se va a buscar problemas con la industria del plástico si ya tenemos voluntarios limpiando las playas gratis?

Ha tardado muy poco la industria del plástico de usar y tirar en pedir mano de obra gratuita para limpiar el desastre ¿Cuántos de esos pellets son materia prima para fabricar envases? ¿Provenían de plástico reciclado? ¿Cuál era su destino? Son tantas las señales de alarma que los propios envasadores deberían estar contratando personal especializado para atender el desastre y, sobre todo, para evitar que se repita.

Ojalá las asociaciones que están sobre el terreno hiciesen un cálculo del coste de su labor y se lo trasladasen, así fuese simbólicamente, a la industria del plástico. Porque parece impensable que la ministra del ramo llegue alguna vez a exigir el pago de la factura ambiental del desastre.

Un desastre que no es nuevo

Son materias diferentes, cantidades distintas… pero tienen tantas cosas en común… No voy a comparar lo de los pélets con la marea negra del Prestige. Pero, al menos desde el punto de vista de la gestión política y de la comunicación sí que se podrían establecer paralelismos. Y es que lo verdaderamente catastrófico es que en vez de actuar los responsables aprovechan para enfangar, desinformar, dividir, generar odio, enfrentar… ¿No hemos aprendido nada?

Para nuestra desgracia la carga que llega a nuestras costas son microplásticos. Pero la pérdida de contenedores en el mar ocurre constantemente. Distintas mercancías acaban en los fondos de mares y océanos, son arrastradas por todo el planeta y, en algunas ocasiones, acaban depositadas en las playas. Quizá si hubieran sido figuras de Lego como las de Land’s End en Cornualles, las motos de Devon o aquellos patitos de goma otro gallo cantaría.

Pero no tenemos suerte ni para eso. Lo nuestro solo es una anécdota entre los 1000 contenedores perdidos en el mar por las navieras cada año.

Solo son unos pocos pellets de plástico. Pocos en comparación con las 160000 toneladas que se estima que cada año acaban en el mar solamente en Europa. Una nimiedad en comparación con los 12,7 millones de toneladas de plástico que acaban cada año en los océanos.

A los pellets tendríamos que sumarle otros plásticos que quizá no lleguen directamente a la costa pero tendrán su impacto en el medio marino. Según el detalle de los cinco contenedores caídos del buque: Cuatro de ellos contenían pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y papel de film. El quinto es el responsable de los pellets … transportaba 26,2 toneladas distribuidas en 1.050 sacos de 25 kilos.

Es importante actuar y retirar cuanto antes todos los pellets que sea posible. Pero incluso en esa actividad hay un drama. Mover y cribar los sedimentos de las playas afecta a un ecosistema en permanente adaptación al cambio constante que imponen los ritmos de las olas y las mareas.

También tiene un impacto en consumo de materias primas y generación de residuos por la cantidad de guantes, mascarillas y otros equipos de protección individual de usar y tirar que estos días se gastarán en las limpiezas de playas.

Quizá sería deseable exigir que fuesen profesionales, dotados con medios adecuados y criterios sobre dónde y cómo intervenir, los que llevasen a cabo las retiradas de plásticos de los ecosistemas costeros. Pero quizá no podemos esperar. O tal vez la propia industria del plástico nos impulsa a tomar decisiones que no tienen por qué ser las más eficientes desde el punto de vista de la sostenibilidad.

Una solución a nuestro alcance.

Según datos de la patronal la mayoría de los plásticos se destinan a usar y tirar. Alrededor del 40% de todo el que se fabrica anualmente se destina a envases. Evitar y, cuando no sea posible, reducir al máximo el consumo de productos envasados es un gesto que todos podemos hacer para reducir la contaminación por plásticos.

Consumir agua de grifo donde y cuando sea factible. Utilizar tazas, botellas, cuberterías reutilizables siempre que tengamos ocasión. Vestir ropa de fibras naturales siempre que no requiramos una función específica que implique polímeros sintéticos. Exigir a los ayuntamientos que vigilen los sistemas de recogida separada de residuos.

No quisiera causarte ecoansiedad. Si te ayuda puedes comprar un chubasquero “ecodiseñado” fabricado con plástico reciclado. Pero, si puedes o cuando tengas tiempo, busca prendas de algodón, lino, lana… en cuya composición no aparezcan plásticos.

No pasa nada si alguna vez tienes que recurrir a algún alimento precocinado del lineal de una gran superficie. Pero cuando tengas ocasión acude al comercio local y de proximidad. Quizá con tus propias bolsas, frascos y tarteras para llevar tus alimentos a casa. No hace falta que sea todo siempre. Pero cada vez que reutilizas una botella evitas una nueva. Cada vez que friegas una taza es un vaso de plástico (o de cartón plastificado) menos. Y son unos poquitos menos de pellets que hay que fabricar y transportar por el planeta.

Y sí. Entrega tus residuos separados al sistema de recogida. Puede que algo no funcione todo lo bien que debería, que se recicle menos de lo que nos gustaría… Pero si no haces tu parte el resto se complica y hay más probabilidades de que las cosas acaben donde no deberían.

¿Puedes ir a recoger plástico a la playa? Adelante. Intenta acompañarte de quienes sepan hacerlo de forma segura para ti y para el ecosistema sobre el que estás interviniendo. Pero, sobre todo, no dejes que la industria del envase de usar y tirar lave su imagen con tu esfuerzo.

Los pellets de plástico son parte de un modelo de negocio insostenible que se mantiene trasladando costes económicos, ambientales y sociales a todos los demás. Si los incorporase dentro de su cuenta de resultados posiblemente el producto en envases de usar y tirar no sería tan competitivo como nos han hecho creer hasta ahora.

2 respuestas a «¿Son inocuos para la salud los pélets de plástico?»

Muy buenas Alberto y compañía:

Quería saber si has visto este artículo:
https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/informe-muestra-fabricantes-plastico-han-enganado-posibilidades-reales-reciclaje_1_10931984.html?utm_source=pocket-newtab-es-es
Es tremendo lo que se expone en él. Se sospechaba ya que el reciclaje de los plásticos no era tal, o al menos que no era tanto ni con cierta calidad, pero este informe le da ya la puntilla al asunto. ¿Qué opinas?
Entre la web del Center for Climate Integrity (CCI) para descargarme el informe y la verdad es que es una gente que se toma muy en serio todo el tema de contaminación generada por las empresas petroleras y gasísticas.
Espero vuestros comentarios.
Un saludo a todos y todas.

Gracias por tu visita y comentario Eduardo.

Espero sacar un rato para comentar el estudio en una entrada en el blog y hacer una recopilación sobre cómo va la cosa.

Sabíamos que el reciclaje no era la solución al problema, que hay demasiada propaganda sobre el plástico y que nos afecta a la salud.

Ojalá fuese la puntilla (ayuda mucho que aparezcan nombres y apellidos que amplían la lista de sospechosos habituales) y se apostase por reducir el uso de plásticos, pero va todo tan lento…

Saludos,

Alberto

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