Con cada cambio de estación aparece un nuevo número de Agenda Viva. A pesar del subtítulo «Ciencia y Medio Ambiente en Madrid» es más que recomendable para cualquiera con inquietudes ambientales. Bien pensado, para cualquiera con inquietudes, en general. La parte local se reduce, básicamente, a los patrocinadores, la recopilación de eventos y el directorio de organizaciones de interés.
Todavía no le he dedicado el tiempo que merece a este número, supongo que ahora que vienen las vacaciones encontraré algún rato para lecturas tan prometedoras como las que trae en el apartado epicentro «Divulgar o vulgarizar: ¿Cómo debe ser la divulgación científica para no degradar el conocimiento científico y cumplir su función en el desarrollo social?».
Agenda Viva suele traer hasta su epicentro temas de debate sobre los que se expresan distintos puntos de vista, salvo en el número anterior, donde el tema «Contaminación electromagnética. ¿Afectan las emisiones de las nuevas tecnologías de telecomunicaciones a la salud?», que deja lugar a pocas aproximaciones. Por cierto, ese número traía una más que interesante entrevista con el economista Jeremy Rifkin «Creo que dentro de 50 años veremos un mundo post-carbón y post-nuclear, en el que las personas podrán producir su propia energía sostenible y conectada con el resto de nosotros a través de redes». Nos daba algunas pistas sobre los cambios que se están dando en nuestra sociedad: “Cuando confluyen las revoluciones en el ámbito de las comunicaciones y de la energía, todo cambia, incluido el pensamiento de los seres humanos”.
Y puestos a rescatar, también me gustó mucho el número de verano 2007. En sus páginas, como de costumbre llenas de tesoros, una conversación de Ricard V. Solé con Odile Rodríguez de la Fuente: “Podemos pasarnos nuestra vida estudiando una hormiga en un hormiguero y jamás comprenderemos cómo el sistema, el conjunto de las hormigas, construye el nido”.
Otro apartado curioso es al descubierto, donde se profundiza en algún tema concreto. Este número trata uno de mis favoritos: «Tóxicos, los verdaderos extraterrestres». Citando a Barry Commoner nos dejan esta perla «La ausencia de una sustancia particular en la naturaleza es frecuentemente una señal de que la misma es incompatible con la química de la vida».
La revista también dedica un espacio al proyecto RUNA, dirigido a ordenar y difundir el debate sobre la necesidad de convergencia entre el mundo rural y la naturaleza.
Pues lo dicho, que me tomo unos días de vacaciones, no me esperen por aquí. Les dejo con mi deseo de las lecturas les resulten refrescantes, les ayuden a llevar el calor veraniego y sirvan para incitar debates apasionados en las terrazas de los chiringuitos o en los poyos de sus pueblos mientras toman la fresca.
2 respuestas a «Agenda Viva. Verano 2008»
[…] de irme de vacaciones estuve leyendo en internet sobre la posibilidad de montar una serie de fotos para componer una […]
[…] a Jeremy Rifkin entre artículos del blog de Julen y entrevistas como la que se publicó en aquella revista trimestral de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente “Agenda Viva”. Aquella visión de la capacidad de las energías renovables e Internet para revolucionar nuestra […]