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Consumo sostenible

Pintando con Graphenstone

Con una campaña tan llamativa como “transforma tu casa en un árbol… pintando” Graphenstone consiguió llamar mi atención. Desde hace tiempo sigo los progresos de esta marca que está presente en grupos, foros y eventos sobre sostenibilidad. La oportunidad de probarla llegó hace unos meses, cuando me ofrecieron una muestra y, sabiendo que este verano me pondría a la faena de pintar en casa, acepté la propuesta. En esta entrada te cuento mi experiencia y los resultados.

Que me gusta el bricolaje y procuro reparar las cosas por mí mismo no es un secreto. Incluso alguna vez he bromeado en redes con la pintura: hace un tiempo le tocó al cuarto de los niños y al despachito, que quedaron con un color “verde greendrinks”. Y para este verano era el turno del salón y el dormitorio. El salón llevaba sin pintar desde que nos mudamos al piso donde vivimos ahora, le hacía falta una mano de pintura sí o sí.

El dormitorio lo había pintado hacía tres años, pero todavía mostraba signos de la causa de un reciente cambio en la cubierta del edificio. Comprobado que el nuevo tejado no deja pasar el agua, tocaba eliminar las señales dejadas por la humedad. Este era uno de los motivos para probar Graphenstone y uno de los retos a los que se enfrenta la pintura. El otro reto era cubrir el color “lila romántico” que elegí para sorprender a mi pareja y casi me cuesta un disgusto. Pero esa es otra historia.

Si no la conoces todavía, Graphenstone es una marca española de pintura surgida de la idea de mejorar el encalado tradicional con nano fibras de carbono. Las cifras de facturación y expansión de este producto originario de El Viso del Alcor (Sevilla) son espectaculares. Tanto como las propiedades con las que pretende diferenciarse en el mercado.

De la línea de productos disponibles he probado la pintura Zennature, que se caracteriza por ser lavable, transpirable y clase A+ en emisiones COVs; posee buena flexibilidad, resistencia y adherencia. Ciertamente resulta fácil de aplicar, incluso considerando que para preparar el producto hay que diluirlo con agua al 10 – 15%. Hasta la fecha siempre había utilizado pinturas listas para aplicar, que no necesitan preparación, por lo que la dilución me daba un poco de respeto. Pero el resultado ha disipado cualquier duda al respecto: tanto las manchas de humedad como el color lila han quedado cubiertas sin problema.

Una de las cuestiones críticas a la hora de decidirme por un producto es su impacto en términos de sostenibilidad. Y una de las variables es la ecológica. Graphenstone tiene una campaña muy agresiva en este ámbito, intentando diferenciarse como una pintura verde, saludable, eficiente… Una de las cuestiones que más me inquietaba es la relativa a la absorción de CO2, aclarada por la marca en la autodeclaración que podéis encontrar en este enlace, donde se especifica que la propiedad de absorción de CO2 se refiere a la fase de uso de la pintura.

Adicionalmente, cuenta con distintas certificaciones sobre su desempeño ambiental. En el envase del producto encontramos distintas etiquetas –como la relativa a la norma francesa de emisiones de Compuestos Orgánicos Volátiles en ambiente interior– y sellos que acreditan a la marca como miembro de distintas organizaciones que trabajan en estándares de certificación en edificación, tales como Leadership in Energy and Environmental Design (LEED). Destacan en el envase los sellos de:

Otros productos de la marca sí cuentan con distintas certificaciones ambientales que pueden encontrarse en su web. Destacan, entre otros, declaraciones ambientales de producto basadas en ISO 14025 y EN 15804, etiquetas Global Green, certificados de edificación sostenible LEED y BREEAM, así como los sistemas de gestión ambiental ISO 9.001, 14.001 y 50.001 implantados y certificados en la instalación de El Viso del Alcor.

Pero… Hay un pero. Ni en la etiqueta del producto que tuve ocasión de probar, ni en la web de Graphenstone, encuentro referencias a la Etiqueta Ecológica Europea para pinturas. En el contexto europeo un producto es ecológico cuando se acoge a estos criterios y, a pesar de las múltiples características y propiedades de Graphenstone en relación a los estándares de las asociaciones anteriormente mencionadas, todavía no cuenta con la Etiqueta Ecológica Europea.

Esto obedece, según la propia empresa, a un rápido crecimiento internacional que les ha llevado a conseguir el mayor número de certificaciones internacionales, aplazando la tramitación de la Etiqueta Ecológica Europea que esperan añadir próximamente a la lista de certificaciones de sus productos.

En esta línea cabe destacar que, actualmente, en la grama de productos de la empresa podemos encontrar la única pintura que posee el nivel Cradle to Cradle Gold en el mundo. Este distintivo evalúa tanto el producto final como su fabricación, las materias primas, el uso de energías renovables, la protección de las aguas y la responsabilidad social corporativa. Este sello acredita un ciclo de vida respetuoso con los principios de la economía circular.

¿Volvería a utilizar Graphenstone? Este acercamiento a la marca me ha permitido conocer de primera mano un producto sobre el cual venía siendo bastante escéptico. Hay propiedades interesantes, como la capacidad de la pintura de mantener la transpirabilidad de las superficies en las que se aplica. Esto me parece especialmente interesante en reformas y obras nuevas, en su aplicación directa sobre las paredes.

Por otro lado, no tengo herramientas para identificar diferencias significativas en el comportamiento térmico de mi piso ahora que he pintado con Graphenstone, pero los productos de la marca certificados bajo LEED y BREEAM llaman mi atención como medida en este sentido. Igualmente, que sea una empresa española y fabrique en Sevilla reduce de la huella ecológica frente a otras opciones que recorren miles de kilómetros antes de llegar a las estanterías.

Si, adicionalmente, consiguen incorporar la Etiqueta Ecológica a la colección de distintivos verdes que convierten a la marca en la más certificada del mundo, sin lugar a dudas estará en mi lista la próxima vez que tenga que decidir sobre qué pintura escojo para mi casa.

Así pues, volvería a utilizar Graphenstone. Especialmente si alguna vez tengo que reformar el piso –rascando las capas viejas de pintura plástica que actualmente impermeabilizan las paredes-, si me decido a meterle mano a alguna vieja casa rural que tengo entre ceja y ceja, o si, Primitiva mediante, alguna vez tengo ocasión de hacerme una casa nueva con criterios Passivhaus o de consumo energético nulo.

7 respuestas a «Pintando con Graphenstone»

Según faq de Ecoembes
las latas de pintura va en el amarillo.
Yo he visto muchas latas con el símbolo de ecoembes.

Pregunta
No veo el símbolo de Ecoembes!
Porque?
Afirmo que se puede

José Juan,

El logotipo de estar adherido a Ecoembes estaba en la otra parte del envase, he revisado las fotos pero no tomé la precaución de hacer ninguna con en la que se vea el punto verde, pero sí que estaba.

Saludos,

Alberto.

Muchas gracias por este artículo Alberto. Estoy pensando pintar con su modelo Eccosphere, pero según veo la absorción de CO2 es solo en la aplicación y no durante la vida útil de la pintura, vamos que si no entiendo mal, el CO2 solo se lo quita al pintor el día que pinta. Aunque si tengo muy en cuenta el resto de propiedades de la pintura.
Alguna opinión sobre la pintura fotocatalitica?
Muchas gracias

Gracias por tu visita y comentario Laura.

Sobre pintura catalítica no te puedo decir nada que no esté en la red, no he investigado el tema, siento curiosidad, pero no he llegado a ponerme al día de cómo funciona y qué productos dan buenos resultados.

Es estoy buscando información de durabilidad exterior pero no consigo información para tomar la desición de compra y aplicar en mis proyectos porque me interesa la sostenibilidad.

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