Recientemente la FEMP y Ecoembes han publicado un manual para mejorar la transparencia en la información municipal sobre reciclaje. No he leído el documento completo -es uno de los que forman mi lista de lecturas pendientes para el verano- pero en un primer vistazo me llamó poderosamente la atención el siguiente pasaje (los destacados son míos):
“Las claves de la información municipal:
Veraz:
- La información publicada debe ser veraz y exacta, ofreciendo a los ciudadanos argumentos fehacientes en favor de la gestión adecuada de los residuos. La desinformación es una práctica negativa porque imposibilita cualquier relato, pero la información imprecisa puede amenazar la reputación de una Entidad Local.
- Se deben referenciar o contextualizar siempre los datos y curiosidades expuestos, haciendo siempre especial hincapié en la fuente de la información ofrecida. Éstos deberán ser lo suficientemente significativos para guiar a los ciudadanos a la conclusión adecuada en cada caso.
- La información acerca de beneficios y ventajas derivadas del reciclaje ha de extraerse de estudios técnicos rigurosos, siempre con datos contrastados, dirigidos a aspectos concretos y evitando estimaciones o declaraciones teóricas.”
No tengo claro si la organización promotora de estos consejos dirigidos a técnicos municipales se aplica el cuento que nos relata en el “Manual técnico de comunicación efectiva sobre residuos para entidades locales”. Así, en otro vistazo rápido a su memoria anual, que también está en esa lista de lecturas pendientes, encontraba la presentación de los datos que reproduzco a continuación.
Casi nada. 11.947 empresas que producen 1.707,3 millones de toneladas de envases, de los cuales sólo se recicla 1.258.602 toneladas ¿cómo llegan a que el 73,7% de envases domésticos se reciclaron? suponiendo que todos los millones de toneladas sean de envases domésticos me sale… el 0,07%, pero en esa memoria presentada a bombo y platillo, difundida por los medios de comunicación de masas… pone el 73,7%. Luego algo está mal. Y sí, parece que sí:
Y así, en un alarde de transparencia, podemos comparar miles de miles con millones, una forma clara de presentar los datos que, por supuesto, favorece el relato informativo. Pero bueno, al menos queda claro que… ¿ortográfico se aplica en estos casos?
Una organización que gasta unos 50 millones de euros al año en comunicación se permite el lujo de lanzar un dato clave en su memoria de actividad con un error de tres órdenes de magnitud. Una imprecisión ciertamente significativa. Por cierto, se trata de la misma empresa que se permite cuestionar las estadísticas oficiales de la unión europea sobre gestión de residuos.
Para crear y mantener su reputación, ecoembes no duda en invertir una importante cantidad de dinero en financiar la actividad de cátedras universitarias y grupos de investigación. Entre otros muchos estudios podemos encontrar el «Estudio sobre el modelo de gestión de envases domésticos en la Comunidad Autónoma de Canarias» firmado por la Plataforma Envase y Sociedad (PES) y, según reza en el mismo, «realizado por la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Alcalá».
Así, con los logos en portada y contraportada, sin concretar qué personas de esas universidades lo han hecho, por aquello de que todos podamos conocer la fuente concreta de la información que se nos presenta.
Entre las principales conclusiones de estudio encontramos -tal y como nos han recordado machaconamente los titulares de prensa- la siguiente afirmación:
Se traduciría por tanto en un incremento de 9,9 veces el gasto anual de gestión del sistema
Podríamos dedicar muchas líneas a un análisis sesudo de este documento, pero me bastará para el propósito de este post quedarme con los números gordos. Sobre todo porque me estoy quitando un tiempo que no tengo para ilustrar otra de las muchas mentiras de Ecoembes.
A lo que estábamos… El complejo método de cálculo desarrollado por los catedráticos colaboradores de Envase y Sociedad parte de una estimación de 367.783.458 de envases vendidos al año.
A continuación se muestra la estimación de envases recuperados 331.005.112 por el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR):
Al final, tras unas cuantas cuentas más -estas supongo que las han hecho los becarios- les sale que el sistema tiene que transportar, para su tratamiento 380.655.879 envases (tendrán que hacer el esfuerzo de sumar la última fila de datos -«total»- de la tabla):
¡Pero si habíamos puesto en el mercado 367.783.458! ¡habíamos dicho que se recogerían 331.005.112! ¿qué pasa en los almacenes y centros logísticos? ¿El milagro de los panes y los peces en versión latas de bebidas y las botellas de plástico? No sabemos si por generación espontánea o porque el roce hace el cariño, la cantidad de envases se engorda misteriosamente en cerca de 50.000 unidades -¿un 15%?- mientras espera a ser llevada a su destino.
El caso es que yo no sigo leyendo -quizá cuando acabe con la lista de lecturas del verano-. Se me antoja que este estudio muy riguroso no es. A simple vista muestra un error de bulto en la estimación de datos utilizados para presentar una conclusión, cuanto menos, cuestionable. Eso sí, para alguien que se pare a leerlo detenidamente y a repasar las cuentas. No para las personas que ejecutan y reciben los 24 millones de euros gastados en campañas de concienciación sobre reciclaje.
Llegado a este punto me planteo dónde quedan los criterios de veracidad que Ecoembes defiende en su manual para mejorar la transparencia en los datos municipales sobre residuos. Me inquieta que dicho manual sólo sea una cortina de humo sobre los estudios -claramente deficientes- en los que está basando sus campañas de ataque a cualquier iniciativa que pudiera mejorar el hipotecado modelo de gestión de residuos de envases que sufrimos la mayoría de los españoles. Me pregunto si el resto de los estudios de la PES firmados por todas o alguna de estas universidades son igual de fiables en sus conjeturas. Y, sobre todo, me pregunto cómo es posible que este tipo de detalles en las publicaciones de la Plataforma Envase y Sociedad no sean motivo de una crisis de reputación. Sé que es una generalización injusta, pero ¿es que el periodismo ambiental no sabe leer datos ambientales?
Y en relación a la participación de universidades públicas en la elaboración de estos documentos ¿es un ejemplo de lo que nos quieren decir cuando hablan de «el poder de la colaboración»? Quizá se refieren a esas cátedras creadas con el fin de utilizar el nombre de las universidades públicas para crear una corriente de opinión que no soporta el más mínimo análisis. Alguien debería pedir responsabilidades a los catedráticos -o lo que sean- que están utilizando su puesto en el sistema público para emitir informes sesgados y tendenciosos utilizando datos manipulados para favorecer los intereses de… ¡ecoembes! Señores ¡que les estamos pagando un sueldo con dinero público para que puedan permitirse el lujo de ser imparciales!… pero se ve que la industria del envase les costea otros lujos más apetecibles.
Lo dicho. No tengo tiempo de leer todos los estudios que se publican con la dedicación que requeriría, pero entiendo que una empresa que maneja 450 millones de los consumidores de productos envasados podría hacerlo mejor. ¿Puede hacerlo mejor?
11 respuestas a «Costes del SDDR en Canarias: el milagro de las latas y las botellas»
Como siempre, Alberto, acertado y afilado tu análisis.
Yo no creo que la cuestión sea que puedan hacerlo mejor, sino que quieran. El presupuesto de 450 millones de nada que manejan es una jugosa golosina para compartirla con otros o aprovecharla para algo más que para hacerse su jugo.
Un saludo
Gracias por tu comentario Álvaro,
Efectivamente parece que, al menos en parte, esos 450 millones no se destinan tanto a gestionar adecuadamente los envases como a hacernos creer que sufrimos el mejor modelo posible de gestión. Así sea con datos amañados.
Muchas gracias por la corrección. Tras consultar con las universidades, nos confirman que efectivamente hay un error en la tabla. Informar que ya está subsanado y actualizado el documento en nuestra web. En todo caso, no afecta al resultado del estudio, ya que es un dato de diagnóstico. Para cualquier aclaración no dudéis en contactar con nosotros.
Envase y Sociedad,
No creo que la respuesta sea adecuada ni esté a la altura de las circunstancias. Las aclaraciones ya están solicitadas y no veo respuestas.
Un saludo.
Enhorabuena por esta entrada. Gracias por seguir sumando razones para desconfiar de los datos de reciclaje de envases ( que está entorno al 30%). Lo tendremos que demostrar de alguna manera.
Por cierto, pareces el corrector oficial de Ecormbes, deberías cobrarles ?
Un saludo
Gracias Alex,
Sí, lo mismo necesitan alguien que les revise los estudios antes de publicarlos, pero parece que la intención es otra… todo el que cobra de ecoembes es para decirles lo guapos que son y lo bien que hacen las cosas. Si no se puede ser parte de la solución… seamos parte del problema.
Es de cajón: primero el resultado y luego ya se adaptan los datos todo lo que haga falta.
Así efectivamente el resultado nunca se ve ni se verá afectado.
Gracias Gestor Res,
Esa es la sensación, primero ponemos el resultado que nos pide el cliente y luego hacemos unas cuentas para justificarlo. Vergonzoso para todos, menos, parece para las cátedras, las plataformas y demás caraduras que nos toman el pelo de mala manera.
[…] noche se me ha aparecido Gila en sueños y me ha contado un chiste sobre los datos de en estudios de la Plataforma Envase y Sociedad. Iba disfrazado como un becario de investigación: zapatillas de lona, pantalón de pana, una bata […]
[…] que la Plataforma Envase y Sociedad tiene a bien responder a mi artículo sobre los errores en su estudio del SDDR en […]
[…] en Canarias. Chapucero porque hasta que lo comenté en este blog, había algunas sumas mal hechas. Las mismas que en el estudio de Canarias. A la vez que se corrigió aquel se ha corregido este. Y con el mismo resultado: no afecta a las […]