Otro mes. Marzo se ha pasado volando. Y se nos ha ido igual que llegó… con una buena colección de fotos de basura en las calles de Madrid. Este mes también hay un poco de todo. Incluida la constatación de que la mancha en el objetivo de la cámara de mi móvil es por dentro… y que no tengo ganas de desmontarlo para ver si consigo dejarle otra mancha peor. También he podido comprobar que esto del proyecto 365 se hace un poco cuesta arriba cuando uno anda más liado de la cuenta: he acumulado fotos sin subir durante varios días en semana porque no encontraba el momento de sentarme a seleccionarlas (y no será por horas pasadas delante del ordenador, pero hay que priorizar sobre las que dan de comer).
A través de los residuos hemos podido hacer más averiguaciones, como que la industria musical sigue donde la dejamos en febrero… por los suelos.
O que no hay contenedor de obra que se precie que no tenga su colchón. Eso sí, el típico televisor que acompañaba al colchón con los escombros ha ido desapareciendo a medida que nos hemos modernizado. Latas de refresco, cartones y otros varios que no deberían estar aquí, esos no faltan.
En marzo también hemos encontrado el tapacubos perdido. Todo el mundo sabe que se fabricó un tapacubos menos que ruedas de coches y que por eso siempre te quitan un tapacubos, da igual las veces que lo repongas, siempre falta uno… pues aquí esta el tapacubos original, si eres el dueño del coche sin tapacubos ven a recogerlo, no esperes a mangarle uno algún incauto visitante de las fiestas de tu pueblo.
Siguiendo con las reformas, no sabemos si realmente se ha estabilizado el precio de la vivienda o qué pasa en el mercado inmobiliario, pero lo cierto es que hay mucho movimiento en la rehabilitación. Con los precios de los pisos fuera del alcance de la mayoría de los sueldos de quien tiene ingresos, suena más a que el personal se resigna a vivir donde está y actualiza el mobiliario para sentirse un poco más cómodo.
Porque me dirás quién va a cambiar una pila del fregadero que es plenamente funcional… desde luego no un especulador que ha comprado un piso barato para alquilar.
Pero si algo me ha dejado marcado en marzo es este contenedor volcado en el que se puede observar todo tipo de vandalismo ¿quién es el desalmado que me tira los fluorescentes al papel? ¿quién?
Lo bueno es que todavía hay espacio para la esperanza. La conciencia ambiental y la sensibilidad sobre la importancia de una buena gestión de residuos están a flor de piel. Y si no vean este colchón listo para reutilizar. Todo un ejemplo del que hay mucho que aprender. Tomen nota (¿he leído ecoembes?)
Y si todo esto les parece poco… marzo nos ha traído la primavera, el buen tiempo… y ruedas nuevas para la bicicleta, así que aprovechen abril para hacer deporte.
Por cierto he cambiado la cámara del móvil por una compacta. Me encantaría poder ir con la réflex a todas partes, pero no siempre es posible. Espero acordarme de coger la compacta y que el resultado sean fotos de más calidad. Mejores… ya veremos.
4 respuestas a «365 días de basura en Madrid: marzo»
No sabia que te habias animado con el proyecto 365! muy buena iniciativa. La verdad es que se ve cada cosa en los contenedores…yo me pongo de los nervios cada vez que bajo al cuarto de las basuras y veo de todo en el amarillo, no entiendo cómo la gente aun no sabe qué va en ese contenedor.
Ya ves… me inspiré en alguien… y lo del contenedor amarillo, en fin, da para muchas horas de charla.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho esta reflexión a partir de imágenes. Y una curiosidad: ¿365 fotos de basura, una al día? ¿Y el restp? ¿O haces un post al mes? 🙂 ¡Un abrazo!
el resto en http://www.365diasdebasuraenmadrid.es
saludos.