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La sostenibilidad de Madrid en el informe de ARCADIS

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Estos días el titular es que Madrid está entre las diez ciudades más sostenibles del mundo. ¿Han cambiado mucho las cosas en la ciudad desde que Siemens tuviese que guardar en el cajón un insostenible informe en el que afirmaba que Madrid era la ciudad más sostenible de España? Vamos a darle un repaso al informe «ARCADIS Sustainable Cities Index».

El primer error en los titulares, achacable a la falta de rigor de la comunicación en materia de sostenibilidad, reside en que la consultora ha cogido 50 ciudades de 31 países y las ha ordenado en base una serie de criterios relacionados con la sostenibilidad. Es decir, de entre las 50 ciudades estudiadas Madrid está la novena. Lo que no quiere decir, ni de lejos, que -ninguna de las ciudades del informe- esté entre las más sostenibles del mundo.

No se especifica el criterio para elegir las 50 ciudades estudiadas. Por ejemplo, un amigo Colombiano se me queja de que su país no está representado  ¿es porque ARCADIS no tiene sede allí o porque las ciudades colombianas no son dignas de ser consideradas en este informe?

Para el caso de Madrid resulta curioso que la ciudad sólo aparece cinco veces en el documento. Todas ellas en las listas de clasificación, no hay ninguna mención en toda la publicación que justifique los méritos de la ciudad para alcanzar este resultado tan brillante. A pesar de ello la prensa patria no duda en justificar el sorprendente puesto de la capital con argumentos -bastante ridículos- que, desde luego, no se justifican en el texto del informe.

rebuscando en la basura de Madrid

Pero vamos a los detalles. ARCADIS dice de las ciudades sostenibles:

«Sustainable cities build transport systems that enable people to navigate the city quickly and affordably, have clean and safe water supplies, strong social structures and institutions that work predictably and efficiently, a healthy and welleducated workforce, and an environment conducive to strong economic performance. To take the needs of the future into account, cities must take care of their waste, avoid polluting the atmosphere and protect the surrounding water from contamination. Cities also need to guard against rare and unpredictable events such as disasters that can cost lives and set back their development. Sustainable development means meeting current requirements without jeopardizing the potential for future generations of inhabitants.»

Llevando esta cuestión al caso madrileño:

  • Transporte rápido y asequible: en Madrid el transporte público es cada vez más caro y presta peor servicio. La cosa es más grave si valoramos el precio en términos relativos y lo comparamos con el menguante poder adquisitivo del madrileño medio.
  • Abastecimiento de agua: si bien es cierto que, en general, no nos podemos quejar del agua que sale del grifo, la sistemática desaparición de fuentes y bocas de riego debería considerarse en la valoración de este indicador: la calidad será buena, pero el suministro cada vez es más deficiente. También podríamos hablar del mantenimiento de la red y la especulación con el negocio del agua. Pero vale, el agua del grifo de Madrid es mejor que en muchas ciudades de la muestra.
  • Fuertes estructuras sociales: entrar en detalles requeriría un par de post y sí es cierto que hay iniciativas interesantes, que conservamos cierta tradición de la familia rural o que todavía no estamos al nivel de disturbios raciales en otras ciudades de nuestro entorno, pero la estructura social de la capital no goza de buena salud y las desigualdades saltan a la vista. ¿Nos damos un paseo por San Cristobal?
  • Instituciones que trabajan de manera predecible y eficiente: quizá nuestra monarquía bananera no llega a los límites de corrupción que podría, pero con frecuencia el procedimiento administrativo común es el menos común de los procedimientos. Y la aplicación de la legislación, al menos en lo ambiental, deja mucho que desear. La eficiencia en la asignación de recursos públicos o la ejecución de proyectos en Madrid nos ha llevado a unos niveles de endeudamiento que hablan por sí solos.
  • Mano de obra cualificada y saludable: todo el mundo viene a buscar trabajo a Madrid, por lo que mano de obra barata, cualificada y saludable sobra. Lo que había que ver es si ese efecto llamada que permite contratar al mejor precio también genera desigualdad, exclusión social, marginalidad… Total que nos podemos permitir recortes en sanidad, eliminación de vacunas del calendario infantil y otras temeridades porque lo que es mano de obra sobra. Y si me apuras podemos tirar el sistema educativo porque también sobra cualificación.
  • Ambiente para el rendimiento económico: si te va bien y estás cerca del poder político y económico cualquier cosa que pongas en marcha funciona, especialmente si son casinos y otros antros para la corrupción. Si no estás cerca de las instituciones las posibilidades de tener éxito en los negocios son más relativas.
  • Gestión de residuos: este capítulo resume los demás. Tiene de todo: inseguridad jurídica, corrupción, ineficiencia en la gestión de recursos, mala prestación del servicio público, explotación de trabajadores sanos sobrecualificados… No digo más.
  • Prevención de la contaminación atmosférica: las cifras de lo que va de año muestran que no es el plato fuerte de Madrid. Ni los cambios en la localización de las estaciones de medición, ni las prórrogas para el cumplimiento de la legislación europea, ni los enjuagues de datos consiguen ocultar que hay un problema que no se está gestionando bien.
  • Prevención de la contaminación de las aguas: las inversiones en estanques de tormenta y otras infraestructuras en este ámbito son dignas de admiración. Otra cosa es cómo se estén gestionando, como la deficiente gestión de residuos o la deposición de las emisiones atmosféricas y otros factores puedan incidir en la calidad de las aguas. En este capítulo fueron polémicos ciertos vertidos radiactivos de los que no quiero acordarme.
  • Defensa ante eventos raros e impredecibles: si con una nevadita la ciudad colapsa, muere gente por caída de ramas de los árboles… no sé que pasaría ante un evento raro e impredecible. Lo bueno es que estamos algo alejados de la costa y bastante elevados sobre el nivel del mar… menos mal.

Así las cosas intento revisar la metodología del estudio, pero el documento publicado no arroja muchas luces. Ya se sabe que un sistema capaz de etiquetar Madrid como sostenible es algo que debe guardarse bajo llave. Pero sí encuentro pistas en la lista de indicadores y las fuentes de información.

los residuos no se reciclan en el contenedor amarillo

No hay mucho detalle pero sí es cierto que, en líneas generales las fuentes parecen homogéneas y comparables en los distintos indicadores. Curiosamente en algunos casos la fuente es el Siemens Green City Index, que para el caso de España y Madrid en particular quedó ampliamente cuestionado.

De las tres variables estudiadas: personas, beneficios y planeta resulta que la capital de España destaca por esta última, que es lo que más me choca.

De los seis indicadores ambientales dos están bastante relacionados: consumo de energía y emisiones de efecto invernadero. Dada la diferencia de latitud entre las distintas ciudades estudiadas los requisitos de climatización (calefacción / refrigeración) son significativamente distintos. El invierno en Madrid es más suave que en New York. Y el verano más fresco que en Dubai. Supongo que los datos están corregidos en este sentido, pero no veo información al respecto en el documento publicado.

En cuanto a la atmósfera el indicador es de contaminación por partículas. Puede ser interesante, pero no es el más característico de una ciudad como Madrid, mítica por sus niveles de óxidos de nitrógeno.

El otro indicador relacionado con el desempeño ambiental se refiere a desastres naturales, de los que la capital del reino está bien resguardada, lo que no quita para que una lluvia un poco más fuerte de lo normal inunde parte de la red de metro o que cada vez que sopla un poco el viento se tronchen unos cuantos árboles. Menos expuestos a subidas del nivel del mar que Dubai, pero… ¿Dubai?

Los restantes indicadores hablan sobre los controvertidos datos de gestión de residuos y el agua.

El caso es que después de haber visitado, más o menos fugazmente, ciudades como Boston, Shanghai, Hong Kong, New York, París, Berlin, Washington o Beijing el ranking resulta difícil de entender. Tanto como la elección de ciudades, si lo que se trataba era de buscar ejemplos para que otras avancen en la senda de la sostenibilidad.

reciclar vidrio es sexy

Quizá en Madrid sí tenemos buena calidad en el agua de grifo, pero los madrileños no vivimos en una de las ciudades más sostenibles del planeta.

En cualquier caso y a pesar de todas las dudas que me suscita el informe es una lectura interesante y, seguramente, un documento imprescindible para avanzar en indicadores y modelos para el estudio de la sostenibilidad urbana.

Eso sí, me gustaría que la próxima vez que alguien juntase Madrid y sostenible en la misma frase lo hiciese con una metodología clara y transparente, que pudiésemos contrastar fácilmente, utilizando datos coherentes y pertinentes para lo que supuestamente está estudiando y, sobre todo, sin un interés particular de agradar o favorecer intereses particulares distintos de fomentar la sostenibilidad.

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