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Gestión de residuos

Menos propaganda y más contenedores amarillos.

Que no estoy muy conforme con la gestión de residuos es un secreto a voces. Ante el insultante bombardeo de publicidad institucional sobre la recogida selectiva al que estamos sometidos últimamente, traigo dos imágenes que hablan por sí mismas.

Los datos teóricos, los manuales técnicos y la práctica diaria demuestran que el volumen de residuos de envases que se generan en un domicilio urbano medio es mucho mayor que el ocupado por los residuos de la considerada «fracción resto». Incluso los vendedores de cubos de basura se han dado cuenta: el compartimento destinado a envases es entre dos tercios y tres cuartos del volumen total del cubo.

Cuando sales a la calle te encuentras que la proporción de contenedores está invertida respecto al volumen de residuos que deberían recoger: por cada contenedor destinado a envases hay tres para la fracción resto.

¿Por qué se empeñan en decirnos que no queremos participar en la recogida selectiva? ¿Por qué Ecoembes invierte tanto dinero en bombardearnos con publicidad a través de todos los canales de comunicación disponibles?

Tal vez es cómodo culpar al ciudadano de las deficiencias del sistema de gestión de residuos. Pero si en la primera fase, en la pre-recogida, fallamos, difícilmente vamos a conseguir buenos resultados. La realidad es que tenemos: para mejorar las tasas de participación en la recogida selectiva necesitamos más contenedores y menos propaganda.

Actualización: las sospechas de esta reflexión se ven reforzadas con el análisis de los datos de contenedores amarillos y residuos de envases en el Ayuntamiento de Madrid.

16 respuestas a «Menos propaganda y más contenedores amarillos.»

Más razón que un santo, como siempre. ECOEMBES se parece cada vez más a la SGAE… ¿Ramoncín no tendrá nada que ver?

Al analizar los sistemas de recogida de residuos urbanos, hay que tener en cuenta que la gestión depende de cada municipio, por lo que nos encontramos con variedad de formas distintas, y tanto los aciertos como los errores hay que referirlos a un lugar concreto

Estimado Josep Ramon,

Tienes razón en lo que planteas, mi amarga queja no ofrece un análisis de detalle. En la generalización puedo estar realizando una simplificación tan perversa como la que se realiza a través la propaganda institucional que causa mi protesta.

Gracias por tu visita.

Alberto.

¿Alguien me puede explicar porque el contenedor amarillo tiene dos agujeros y la tapa está anclada? Mis bolsas amarillas normalmente no caben (como no huelen, no me importa que crezcan mas que la de orgánico, además de que los envases, por muy plegados que vyan, tienden a abultar mas). Obviamente, tiro la basura orgánica con mas frecuencia que la innorgánica.
No me parece que haya tanto problema con las proporción de contenedores, los únicos que me he encontrado llenos a rebosar son los de orgánica.

Buenas yon, no hay una respuesta única al tema de los agujeros del contenedor amarillo. Lo más cercano a una explicación razonable es que, dado que el contenedor tiene por función recoger residuos de envases ligeros, estos huecos sirven para evitar que depositemos en el contenedor objetos voluminosos y residuos de gran tamaño. A continuación de esto suele venir la recomendación de que saques tus residuos de envases con más frecuencia, con menos volumen cada vez, para que puedas meterlos por el agujerito. Pero, paradojas del consumidor responsable, si te quitan las bolsas del plástico del súper y tienes que pagar (y amortizar) una bolsa de basura, intentas reducir la frecuencia y el número de bolsas al máximo y no caben en el agujerito.

En cuanto a la cuestión de si están más llenos unos contenedores que otros, es algo que depende de tantos factores que es difícil de plantear una solución única. En cualquier caso, los residuos de envases en un domicilio urbano medio, independientemente del olor, suelen ocupar más espacio que la basura orgánica, por lo que parecería adecuado que hubiese más volumen para recoger envases.

También es cierto que sigue habiendo gente que no separa los residuos, entre otras cuestiones porque no puede elegir en que contenedor los deposita (por eso de que siempre está a rebosar el que necesita para dejar sus residuos) o porque no les cabe la bolsa por el agujero.

Creo que las dos cuestiones se resolverían con una mejor proporción amarillo / resto: una mayor capacidad de prerecogida de envases incentivaría la participación de un modo más efectivo que una publicidad institucional que no se corresponde con las posibilidades reales de participar en el sistema de recogida selectiva. Esto resultaría en una menor cantidad de residuos de envases en los contenedores de «restos» y una mayor cantidad de envases destinados a las plantas de clasificación, lo que permitiría eliminar el sistema de los agujeros en las tapas manteniendo las tasas de recuperación.

[…] La nota “graciosa” del día va de la mando de ecoembes caca. Es la foto que ilustra esta entrada. Si bien la escena de un contenedor rebosante de desperdicios es una experiencia que no suele gustar a nadie, el análisis que podríamos hacer de la imagen habla mucho de cómo se gestiona nuestra basura y de cómo llegamos a los patéticos datos de reciclaje que muestran las estadísticas de nuestro país. El sistema de gestión de envases dirá que es culpa de las personas, que no queremos reciclar, pero es la evidencia de que para una buena recogida selectiva de residuos se necesitan más contenedores y menos propaganda. […]

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