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No culpes a la Administración (ambiental) de tus pecados.

administracionambientalCon demasiada frecuencia, los políticos, los empresarios, los técnicos, los consultores y los ciudadanos particulares, tendemos a culpar a la Administración de todos los problemas, incluidos los relacionados con el medio ambiente. Que si los funcionarios esto, que si nadie hace nada, que si todo va muy lento, que si es muy caro cumplir con la legislación ambiental… Y quizá con una Administración más moderna conseguiríamos un mejor nivel protección del medio ambiente y la salud de las personas con un menor coste para todos, pero… ¿podemos echar la culpa de todo al funcionamiento de la cosa pública? ¿quizá el desconocimiento generalizado de qué es y cómo funciona la Administración tiene algo que ver?

Así, en un desesperado intento de redención para evitar ir al infierno, voy a hacer una enumeración, no exhaustiva y abierta, de pecados  típicos que no se deberían cargar contra la Administración:

  • El «titulado (normalmente ingeniero) en aquello« no me coge «esto» si no viene visado por el «colegio profesional en aquello»: Muchos de los pecados que comentemos en nuestra relación con la Administración vienen del desconocimiento de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Si acudiésemos al registro para iniciar los trámites con la Administración posiblemente no nos encontraríamos tantas sorpresas. Es mucho más difícil que se nos requiera por escrito a cumplir requisitos que no están exigidos en la normativa, como es el caso de los visados de estudios o proyectos en materias para las que no hay competencias profesionales exclusivas ni requisito legal que los exija. ¿A que si presentas un estudio de impacto ambiental por registro el «titulado en aquello» no te pide el visado? Ni que lo encuadernes en tapas duras o que le pongas un lazo rosa…
  • Con esos plazos no hay quien haga nada: resulta curioso cómo somos capaces de planificar proyectos sin incluir los tiempos que requiere la normativa para conceder autorizaciones vinculantes. Sí, estudiados en detalle hay procedimientos que dan lugar a líneas temporales absurdas, pero si el tiempo estimado para conseguir una autorización sin la cual no puedes empezar a hacer nada es de un año, incluye eso como elemento crítico en tu planificación o asume las consecuencias.
  • Me pierden los papeles: todo lo que no se presenta de un modo documentado, preferiblemente por registro, es susceptible de perderse. Lo demás también, pero si no hay constancia de que se ha presentado, no existe. Si la entrega estaba documentada, al menos, podremos echar la culpa a la Administración.
  • Lo presenté por registro hace cuatro años pero no me han contestado: nos guste o no, el silencio administrativo es una respuesta que, en la mayoría de los casos, significa algo. Que tu vertido de aguas residuales a Dominio Público Hidráulico no está autorizado, por ejemplo. Es cierto que hay supuestos en los que el silencio administrativo deja al interesado en una situación aparente de indefensión absoluta, pero la mayor parte de las veces es sí, no, o todo lo contrario, a estudiar en cada caso particular.
  • Aquí me dicen una cosa y allí otra: ¿estás preguntando a la unidad competente? ¿a través de registro o un medio documentado que genere una respuesta vinculante? Porque igual te ha cogido el teléfono, con muy buena voluntad, el becario de una subcontrata que pasaba por allí…
  • Nadie se ocupa de lo mío: Adelgazando la Administración estamos consiguiendo que cada vez tenga menos personal para atender lo nuestro. ¿Un interlocutor único para los asuntos de mi empresa? menudo lujo con la que está cayendo. Preguntando a diestro y siniestro qué hay de lo mío tampoco ayudamos a que se resuelva ágilmente. ¿Hace falta un esfuerzo para mejorar la comunicación? Seguro, pero conozcamos los medios existentes y utilicémoslos de forma responsable.
  • A ese se lo dan y a mí no: ¿lo has pedido por registro? ¿el otro tampoco? Pues igual en lugar de protestar te toca notificar un caso de prevaricación, seguramente contarías con el apoyo de esos a los que tampoco se lo han dado y nos harías un favor a todos.
  • Esto no es lo que yo quería: pues, salvo que te conformes con pájaro en mano, recurre, en todas las resoluciones se indica cómo hacerlo. ¿A qué esperas?
  • Mi vecino lo hace peor y no le dicen nada: los recursos para inspección de la Administración ambiental son francamente limitados. Si te están haciendo competencia desleal en la puerta de tu casa, incumpliendo manifiestamente la normativa, ¿por qué no agilizas el funcionamiento de la Administración con una denuncia? Por cierto, denunciar es notificar formalmente a la Administración, no poner en el muro un comentario quejoso.
  • Un consultor me ha dicho: el consultor, en ocasiones, dice lo que sea necesario para mantener y facturar a un cliente. Y la mala fama de la Administración suele jugar a favor de sus intereses.
  • El auditor de la ISO me pide: ocurre que entre el auditor de la ISO y la empresa existe un contrato privado dentro del cual se pueden pedir y entregar lo que les parezca oportuno. Pero algunos auditores de ISO que piden cosas que no aparecen en ninguna legislación vigente.
  • No me dicen qué ley tengo que aplicar: Cierto, difícilmente un funcionario, desde una oficina, va a poder saber qué disposiciones legales son aplicables a tu actividad. Te podrá facilitar la consulta de la normativa vigente y aclararte alguna duda concreta…  ¿esperas que por teléfono y en la distancia sea capaz de clasificar tus residuos peligrosos? Nos guste o no el titular de la actividad es responsable de conocer, a priori, todas las normas que van a aplicar al desarrollo de la misma. Puede esperar a que le caiga una sanción para descubrir la profusa, difusa y confusa legislación ambiental o contar con alguien capaz de identificar esos requisitos y organizar la gestión de la actividad para dar cumplimiento adecuado a los mismos.
  • Hay tantas interpretaciones de la legislación: las leyes sólo admiten la interpretación de los jueces, los demás podemos opinar o tener un criterio más o menos acertado de cómo esas normas se deben aplicar a una determinada circunstancia. Por supuesto que no nos gusta vernos en la situación de poner a prueba esa opinión en un juzgado, pero los que asesoramos (desde dentro o fuera) a empresas deberíamos estar dispuestos a ello. Y ser capaces de defender nuestro criterio.
  • En cada comunidad autónoma piden una cosa distinta: Todas las empresas y ciudadanos europeos tienen las mismas obligaciones y derechos en materias como protección de la atmósfera, residuos, vertidos de aguas residuales, ruido… Pues que cada cual valore si es mejor desarrollar un procedimiento de gestión de residuos diferente para cada instalación ubicada en una comunidad autónoma distinta o agarrarse al punto anterior. Si descendemos al nivel local… yo no tengo claro que el Ayuntamiento de Madrid pueda sancionarme por separar mal los residuos.
  • No sabía que tuviese que traer esto: ¿qué valoras más el tiempo de preparar el trámite o el de volver mañana? Acudir a ver qué pasa siempre tiene consecuencias. También es cierto que no es fácil encontrar la información, pero para eso estamos los usuarios: para exigirla.
  • Tengo que echar toda la mañana: Claro, y por eso te has ofrecido voluntario a llevar los papeles. Sales de la oficina, te aireas un poco, quedas a tomar café con alguien que llevas un montón de tiempo sin ver… pero la culpa es de los torpes del registro que te han hecho dar mil vueltas, o de la cola imaginaria que había… Qué bueno es tener funcionarios de por medio…

¿Se os ocurre alguno más para completar la lista? Si queréis podéis dejarlo en los comentarios. De todos modos, sea lo que sea, la culpa de todo la tiene Yoko Ono.

8 respuestas a «No culpes a la Administración (ambiental) de tus pecados.»

Amén, suscribo lo que dices punto por punto. En mi campo (evaluación de impacto ambiental) muchas veces los trámites pueden ser farragosos y largos, pero intentamos facilitar todo lo posible al administrado ya que no tiene por qué saber. Otra cosa es que, una vez informados, «no quieran saber»; ahí se empieza con cosas como «me han pedido el mismo papel tres veces», «esto no lo aporto porque no le veo sentido», y demás excusas para echar la culpa a los funcionarios aunque la pelota esté en el tejado del promotor. No obstante, en general los administrados aprenden rápido y se quejan con razón de dilaciones cuando hay varios procedimientos interconectados, pero con buena voluntad todo sale adelante.

Un resumen perfecto, ¡felicidades!

Muchas gracias por tu visita y comentario Irene.

Creo que la clave está en asumir cada uno su responsabilidad y entender el papel de cada agente. Como dices, es fácil culpar al funcionario de turno de todos los males e intentar escaquear el bulto.

En todos los ámbitos es delicado, pero en medio ambiente es muy importante que la Administración cumpla su papel garantista y vele por el interés general. Y para eso es necesario que el sector privado respete el trabajo del funcionario.

Me inquieta que la corriente sea otra y que se utilice la necesaria modernización de la Administración como excusa para pervertir la cosa pública para atender intereses privados. Especialmente cuando se hace desde posiciones privilegiadas que impiden el correcto ejercicio profesional y la deseable competencia en el sector privado. De eso en tu sector hay bastante, ya le dedicaré alguna entrada con tiempo y ganas.

Un abrazo y mucho ánimo con tu labor.

no entiendo el comentario sobre los ingenieros y los visados. si quieres, te cuento lo del ayuntamiento de jerez de la frontera, con tres titulaciones diferentes, para un proyecto de calificacion ambiental, o si quieres, mas, el de carmona, sevilla, a cuentas con un proyecto de actuacion y su impacto ambiental………

Estimado Manuel Ignacio, el problema es que la exigencia del visado suele ser a cuenta de una persona concreta que «se queda más tranquila» si el estudio viene visado por el colegio de la profesión a la que pertenece, no de un imperativo legal.

¿El visado aparece como requisito en la norma que regula esa calificación ambiental ? De modo general, no es exigible, por parte de la Administración, que se vise un estudio de impacto ambiental.

Si has presentado el estudio por registro es muy difícil que te exijan el visado. Y si lo hacen tendrán que argumentar, por un medio documentado, en qué norma de rango legal aplicable al caso concreto se exige ese visado, permitiéndote la posibilidad de recurrir ese requisito si no está contemplado en la legislación aplicable.

El comentario está hecho con toda la intención del mundo. Al menos en los comienzos de mi vida profesional, era típico que el estudio de impacto ambiental se llevase en mano al técnico de la Administración correspondiente que se ocupaba de esas cosas, sin pasar por registro, y era este, normalmente un ingeniero de la vieja escuela, el que te decía que volvieses con el estudio visado por el colegio profesional correspondiente a su titulación.

Malas prácticas siguen existiendo, pero la normativa de impacto ambiental no dice nada de que los estudios tengan que ir visados.

Enhorabuena por la entrada.
Abundando en la interpretación legal: muchas de las quejas que se hacen a la Admón empiezan por «¡es que el artículo n, letra m dice…!» Sin extenderse mucho, es necesario tener en cuenta que la interpretación de las normas legales no puede hacerse limitándose a un párrafo determinado No es ya que éste esté inserto en una determinada relación jerárquica de Secciones, letras, etc. que matizarán/ limitarán su aplicación, es que las normas deben entenderse dentro de su propio sistema de prelación: Ley, Decreto, Orden… Que, además, en el mismo rango legal unas tienen relación con otras y se influyen. Y eso sin llegar a principios, etc. de orden más judicial. En fin, para ti y los que son aficionados a la fotografía: que las normas no pueden verse a través de un macroobjetivo, son materia de gran angular. Gracias

Muchas gracias por tu comentario J. Javier,

Coincido plenamente con tu visión. En esto de la normativa somos bastante miopes, nos quedamos con un artículo sin ver que la mitad de las palabras de ese artículo tienen un significado definido en otras normas de carácter más general o de una materia no tan específica como a la que pretendemos ceñirnos en «macro». Ejemplos he visto algunos, supongo que me tocará vivir más, pero cruzando medio ambiente, mercancías peligrosas y seguridad industrial ya hay unos cuantos casos de artículos que tienen un significado distinto si los aislamos en el laboratorio o los ponemos en el ecosistema del que forman parte.

Un abrazo y gracias por tu visita.

Bueno, felicidades antes de nada por el post. Lo creo muy interesante y da pie a que cada uno cuente sus batallitas.
Yo desde luego por las experiencias que he tenido, no me voy a poner a defender a la Administración, «ambiental» o «la otra».
EN cuanto a visados de proyectos, actualmente la legislación obliga a visar muyyyyy poquitas cosas.
El problema es cuando el «listo» de turno, te pide un visado pq aparece en no sé qué papel que él ha visto. Como para ponerte a explicarle la normativa estatal.
El problema viene también cuando determinada certificiación final de obra tiene que ser firmada por un XXX, y además con especialidad en YYY. EL problema viene cuando te dan una licencia final haciendo referencia a legislación ambiental obsoleta. EL problema es cuando pierden papeles que SÍ has metido por Registro y luego no encuentran en los expedientes.
Luego están cuadno te trasladan sus problemas como si con los tuyos no tienes suficientes. Es que no tenemos gente para tramitar esto o lo otro, es que mira que fechas estamos, en este mes no pretenderás que esto o lo otro. Es que si la Orden fuese bien redactada, en vez de 60 páaginas, tendría que tener 300!!. Luego tú eres el primero que tienes que atenerte a las normas, cuando luego la Administración pasa de todo. Y qué haces?, te metes en un contencioso-administrativo por cada parida de estas?. Te encabronas o amargas???.
Noooo, lo siento pero esta vez estoy en completo desacuerdo.
Habrá gente competente, independientemente de que sea funcionaria, personal laboral, cedida ilegalmente por empresas, o lo que sea, pero hay muuuuuuuuucho paquete., mucho sobrao y mucho funcionario rancio aún. Y lo siento por si alguien se siente ofendido, pero es la realidad que he conocido y visto. No es que me lo cuente fulanito o menganito.
Es más, en mi última visita a una Admnisitración «ambiental», mientras tenía que esperar a que terminase la conversación telefónica, saqué foto con el móvil para cachondeo entre colegas, de una señora que se pasó jugando al solitario de WIndows, 15 minutos de reloj tan pancha. Eso sí, mal de todo no lo hacía, iba a un ritmo bastante bueno.

Lo siento pero estoy muy quemado con esto :).

Entiendo que defiendas esto por lo que has hecho peeeeero, no lo comparto.

Y ala, perdona si me he excedido pero nada, me ahorro los 50 euros del psicólogo.

😉

Car,

No me había dado cuenta de que tenía tu comentario sin respuesta, cosas del silencio administrativo.

Ya sabes que esto está para eso, al menos a mí me viene muy bien para sacar lo que no se puede quedar dentro, especialmente si vienes a contar una experiencia que, pese a quien pese, es más común de lo deseable.

Saludos.

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